Formalmente, el Boeing 737 Max (que ahora Boeing denomina 737-8) debe pasar por la recertificación en Estados Unidos y en cada país cuya autoridad le haya obligado a no volar. Por eso, Europa y Canadá también están haciendo lo que ya ha chequeado Estados Unidos y que acabará en breve con la muy probable emisión de un certificado de operatividad.
Por razones de seguridad ante el coronavirus, Estados Unidos no ha permitido que los inspectores de Canadá y Europa puedan entrar al país y llevar a cabo los tests, generando una situación irreal. Así, a Boeing no le ha quedado otro remedio que coger un avión, cruzar la frontera y llegar hasta Vancouver, en Canadá, donde los canadienses y europeos, en sucesión, podrán certificar el avión.
Canadá ya llevó a cabo los vuelos experimentales, mientras que Easa, la agencia europea, los hará en la semana del 7 se septiembre. Antes, en el Reino Unido, se llevarán a cabo pruebas con los sistemas informáticos pero en simuladores.
La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea llevará a cabo los vuelos de validación desde Vancouver en la semana del 7 de septiembre, dijo el jueves EASA. Las pruebas estarán precedidas por sesiones de simulador en el Reino Unido la semana que viene.
Nadie espera grandes sorpresas –o sea, un rechazo del avión– pero hay que recordar que Canadá en su momento dijo que no estaba de acuerdo con que un programa informático corrija fallos en la operatividad del avión. Evidentemente, los especialistas entienden que si aceptan hacer las inspecciones –cosa que ya ha tenido lugar– es que han desistido de exigir un rediseño del avión.
Robert Isom, presidente de American Airlines, dijo que el avión volará en diciembre y ya ha ordenado que los aviones, que estaban hasta ahora almacenados en Roswell, fueran trasladados a una revisión en Tulsa.
El mes pasado, el presidente de American Airlines, Robert Isom, dijo que el 737 MAX podría volver a funcionar en diciembre y las cosas parecen encaminadas para eso. American ha sacado los MAX del almacenamiento en Roswell a su base de mantenimiento en Tulsa.
A ver quien se sube a esa tartana obsoleta
Puede ser que, a pesar del cambio de nombre, el ex-MAX se convierta en un avión en el que mucha gente no quiera volar debido a sus accidentes pasados. Incluso podría ser causa de problemas a las compañías que lo operen por su "pasado". Pero, por otra parte, tanto Boeing como los operadores podrán alegar que precisamente por sus problemas de juventud es ahora el avión más probado, examinado y modificado de todos los modelos del mercado y que, por tanto, es el más seguro. Veremos qué futuro le espera.
Hay otra posibilidad.
Que ya que parece ser que se ha confiado en la informática para solucionar un problema físico ahora venga la OMS y anuncie un nuevo virus.
El gozo de Boeing ... en el pozo.
Cuando toman el pelo a las Agencias de Seguridad, se endurecen los protocolos.
https://www.microsiervos.com/archivo/aerotrastorno/canada-termina-pruebas-boeing-737-max.html
Va para largo ver en los cielos a MAX, perdón, al chavo del 8 que es como quiere Boeing denominar ahora al engendro.