Los dos aeropuertos de Londres, los de París, Bruselas, Lisboa y, por supuesto, Ámsterdam. Sin embargo, Frankfurt había venido salvándose del desastre, hasta ahora. Seguramente porque ya no puede seguir pidiendo esfuerzos a la plantilla, acaba de anunciar un recorte tanto en los vuelos de pasajeros como de carga, resultado de la falta de trabajadores (Caos generalizado en los aeropuertos de Europa).
Fraport, la empresa que opera el primer aeropuerto alemán –que no es el de la capital, Berlín– dijo que el incremento del tráfico coincide con las carencias en personal, razón por la que se ve obligado a tomar medidas.
“Para remediar esta situación –dijo el aeropuerto– algunas aerolíneas –probablemente en referencia a Lufthansa, el mayor operador de la terminal– están cancelando vuelos tanto de pasajeros como de carga. También hay reestructuración de horarios, cuando es posible. Lamentamos profundamente los inconvenientes que se están causando, tanto en el pasaje como en las entregas de las cargas”.
El aeropuerto reconoce estar sufriendo “picos de demanda extraordinarios”, con llegadas y salidas dispersas desordenadamente a lo largo de la jornada. Es más, en muchos momentos está al nivel de 2019, sobre todo a primeras horas de la mañana.
Fraport admite que está reclutando nuevos empleados para atender la demanda, especialmente en personal de tierra. Por ejemplo, incorporará mil empleados más para la tramitación de las maletas, que se suman a los 870 ya contratados.
No obstante, desde el aeropuerto aclaran que “requiere tiempo que los nuevos empleados estén en condiciones de suponer una mejora en el servicio, porque la formación y los controles de seguridad llevan tiempo”.
Condiciones laborales precarias para un sector que necesita de trabajadores formados, motivados y con futuro.
En España los operadores, de la mano de aena y secciones sindicales, han seguido los pasos de la Europa liberal y seremos los próximos en caer.
Para nosotros, que vivimos del turismo, todavía no es tarde siempre y cuando se aparten los vividores que deberían velar por nuestros derechos.
Mientras tanto ajusten los cinturones porque vienen turbulencias y recuerden que los aeropuertos, igual que los puertos, son las entradas y salidas de los que "nos dan de comer"... Si ahí estornudamos el resto se constipa.
Salud y ánimo.
Daños colaterales del virus chino cochino.