Gobierno de Baleares: una cara en Londres, otra en Mallorca

“Es muy positivo para Baleares que las aerolíneas se hayan comprometido [a ampliar su oferta de vuelos] porque consolida el mercado inglés en la isla”, señaló Andreu Serra, el consejero responsable de Turismo de Mallorca. Añadió que las instituciones pretenden “asegurar que el turismo inglés compita el próximo verano con otros destinos y países” (El ecologismo destapa que la era Armengol disparó las plazas alojativas).

Esto es lo que dice el portavoz de Turismo del PSOE de Baleares en la World Travel Market de Londres. Lo acompañan Francina Armengol, presidenta del Gobierno autonómico, Catalina Cladera, presidenta del Consell de Mallorca, y hasta el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés.

El ambiente que se vive es el habitual, aunque muy optimista para Mallorca, porque la mayor parte de los operadores cree que si el ejercicio es normal y no hay sorpresas (otra pandemia u otra guerra, por ejemplo) el 2023 será un verano de récord, con un incremento de hasta un 19 por ciento en el total de vuelos programados por las aerolíneas inglesas al aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma.

Los slots se reservan con anticipación para disponer de capacidad para el transporte de los clientes. Las perspectivas, a juicio de los operadores, son óptimas porque Mallorca es un destino seguro, cercano y conocido.

Sin embargo, resulta extraño y curioso que en Mallorca el discurso oficial de estos mismos políticos es el del recorte en el número total de turistas, especialmente por la sensación de saturación que genera.