Imserso: lejos quedan los pactos entre las grandes redes

Los recursos de los competidores de Ávoris por los viajes del Imserso no preocupa en la casa matriz del grupo ganador. Eso se desprende de las manifestaciones de los portavoces de Ávoris acerca de esta batalla sinfín que dirime con Mundiplan, Nautalia y Soltour. Tranquilos, convencidos y serenos dicen sentirse en el Grupo Barceló. Es más, a veces da la sensación de que a la propiedad y a la cúpula directiva del conglomerado empresarial mallorquín les va este tipo de litigios. Aflicción, en este y otros casos judiciales, no tienen, y deben pensar que pleitos tengas y los ganes (Imserso: mensaje de Ávoris a Mundiplan, Nautalia y Soltour).

Lejos quedan los pactos en las grandes redes cuando hasta no hace mucho tiempo se sentaban para buscar una solución al reparto de los viajes de los mayores. Pero la vida empresarial se está enconando a la par que la política y la sociedad española. Los viajes del Imserso ya no son tan rentables como lo fueron durante décadas y en menor medida hasta un poco antes de la pandemia. Entonces sí que había buena sintonía, buen rollo. Ahora, con menos porción de tarta, es cuanto más se zahieren.

Los Barceló fueron los pioneros en los viajes del Imserso. Hidalgo, Fluxá y los “Geos” (Marsans) se sumaron enseguida a un negocio que en sus orígenes fue polémico por el cainismo político. Un negocio interesante para las personas de la tercera edad y para agencias, aerolíneas y hoteles. Tiempos de rivalidad sin ira, con gente aguda y pragmática a los mandos. Hombres de negocio que competían sin celos y que iban al grano.

Ahora no hay tanta injerencia política, pero sí mucha envidia y mucho complejo, dos graves defectos que arrastra y arrasa con todo lo que se cruza en su camino. Lo injusto es que paguen el pato empresas ajenas a los enfrentados.