La ministra Maroto atiza al turismo por la “precariedad”

Reyes Maroto se suma a la creciente lista de ministros del Gobierno de coalición que han menospreciado a la primera industria de la economía española, la cual representa en tiempos normales más del 12% del PIB y da empleo a más de dos millones de ciudadanos (Garzón, insiste: «Algunos en turismo están cómodos con la alta precariedad»).

En una entrevista concedida a La Vanguardia, la ministra de Industria, Comercio y Turismo califica al turismo como una rama de actividad con empleo precario. Defiende que la reforma laboral “le va a venir muy bien al sector turístico” porque “vamos a dejar de hablar de precariedad para empezar a hablar de profesionales”.

En esta línea, expone que “la calidad del empleo en el conjunto de la economía española ha mejorado muchísimo como consecuencia de la reforma laboral”. “Y el sector turístico está haciendo un cambio hacia el modelo que todos queremos, que es un modelo basado en la calidad”, sostiene.

Maroto también aboga por el cambio del modelo turístico español. “Tenía que hacer ese cambio porque los años que hemos vivido, 2018, 2019, que han sido de récords turísticos, también nos estaban generando muchas externalidades, sobre todo el rechazo de la población residente en determinados momentos de la temporada”. “Eso no nos lo podemos permitir”, afirma.

“Tener un turismo de calidad significa mejores salarios para los trabajadores, mayor rentabilidad para las empresas y menor presión también en aquellos destinos que son vacacionales y que, sobre todo en verano, absorben un volumen de turistas que a veces resultaba incómodo. Y ese tiene que ser el modelo”, zanja la ministra, que en ningún caso aporta un mensaje constructivo que ayude a encontrar ese modelo del que habla.

Enésimo desprecio del Gobierno de Pedro Sánchez

Como ha venido publicando Preferente, el empresariado turístico, golpeado como ningún otro por la pandemia, ha tenido que soportar con incredulidad e indignación cómo ministros y vicepresidentes de la talla de Alberto Garzón, Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, entre otros, atacaban al sector justo cuando atravesaba el momento más delicado de su historia.

Alberto Garzón fue el primero. En mayo de 2020, cuando la pandemia llevaba poco más de dos meses entre nosotros y el turismo estaba prácticamente paralizado, despreció al sector asegurando que era “de bajo valor añadido, estacional y precario”. “Los hoteles están seis meses abiertos y los otros cerrados, y al final eso nos ha llevado a situación de debilidad estructural que, cuando ocurren cosas como esta, tenemos menos instrumentos para salir adelante”, argumentó entonces (Los empresarios turísticos piden la dimisión de Garzón).

Ese mismo año, Pablo Iglesias ninguneó a la principal industria de la economía española, catalogando como “una debilidad” la dependencia del turismo. En su opinión, el país debe diversificar para “no depender de un sector económico que, cuando viene una crisis como la del Covid-19, revela las debilidades estructurales” (Pablo Iglesias no confía en el turismo: «Nos hace débiles»).

Yolanda Díaz, por su parte, cargó a finales de 2021 contra la “precariedad” del sector hotelero, mintiendo descaradamente sobre los salarios de las camareras de piso. Aseguró que cobran “tres euros la hora por limpiar habitaciones de hotel, que se pagan por 80, 100 o 150 euros”. Sus acusaciones fueron rápidamente desmentidas por CEHAT, que aclaró que de ser así “habría sido denunciado tanto por los sindicatos como por el propio sector al suponer una ilegalizad flagrante” (Los hoteleros estallan contra la ministra Díaz por mentir).