El relanzamiento de los viajes del Imserso y la fortaleza del turismo británico no son suficientes para que los hoteleros de Benidorm comiencen a dejar atrás la grave crisis que atraviesan desde el estallido de la pandemia (Imserso: 60.000 viajes programados este mes de febrero).
Según los datos recabados por Hosbec, en estos momentos están abiertos tan solo unos 50 establecimientos. Y aunque están programadas aperturas para las próximas semanas, se trata de “un goteo lento que nos llevará hasta casi la Semana Santa para tener el 70% de la planta operativa”, predice la patronal.
Pese a que la oferta es reducida, las ocupaciones continúan siendo “muy débiles”. “Las plantillas están diseñadas para atender a ocupaciones de más del 90%, lo que hace necesario proteger a los trabajadores en la situación de ERTE actual hasta la total recuperación”, advierte Toni Mayor, presidente de esta asociación (Benidorm: el desplome turístico destroza miles de empleos).
Quedan meses “muy difíciles”
Los participantes en el programa de turismo del Imserso “ya se notan en la ocupación de Benidorm, aunque de forma muy puntual”, señala Hosbec. En concreto, representan el 7,6% del total de viajeros que visitan la ciudad. Los británicos siguen creciendo un poco más cada semana, alcanzando una cuota del 40%.
Para Hosbec, los datos de ocupación confirman que “todavía quedan meses que van a ser muy difíciles hasta alcanzar la ansiada normalidad”. “El sector prevé unos meses muy complicados y urge al Gobierno de España a prorrogar los ERTE a partir de 28 de febrero”, subraya.
En concreto, la patronal reclama “una nueva prórroga al menos de 3 o 4 meses adicionales que casi en exclusividad sería para trabajadores y empresas del sector turístico a las que la sexta ola por la variante Ómicron ha impedido estabilizar su productividad y contratación”. “Es necesario este esfuerzo final de cobertura para llegar a una fase de normal convivencia con el virus y de reactivación razonable del turismo nacional e internacional”, sentencia Mayor.
Il y a beaucoup d'espagnols vivant dans des pays européens qui n'ont plus droit aux voyages de l'Imserso car ils ne sont pas affiliés au système de sécurité sociale espagnole. Ça représente plusieurs centaines de milliers de personnes.