Dos años después, los gobiernos siguen comportándose erráticamente, igual que el primer día. Ahora el mundo del turismo espera a que Estados Unidos se aclare sobre qué va a hacer en estos días de invierno con las restricciones de viaje. Europa, por su parte, sigue cambiando las normas de un día para otro. Ahora se está poniendo de moda reducir el tiempo de vigencia de las PCR, en Estados Unidos a veinticuatro horas, en Francia y Reino Unido a cuarenta y ocho.
El problema que tiene paralizado el transporte es la incertidumbre. Este 20 de noviembre se podía viajar a Gran Bretaña desde España sin problemas, sólo mostrando el certificado de vacunación; a final de mes se introdujo la obligación de hacer una PCR negativa al llegar, dentro de las primeras 48 horas. Apenas una semana después es obligatorio hacerse una PCR en origen y otra al llegar. Al mismo tiempo, el propio gobierno británico decía este martes que entre los contagiados con la variante Ómicron no se ha encontrado ningún caso ni grave, ni ingresado en un hospital.
Por su parte, Estados Unidos decidirá en unos días si va o no a limitar los viajes y cómo, o qué reglas introducir. Una decisión que llegará exageradamente sobre la fecha en la que los viajeros tienen que optar o no por hacer el viaje de invierno.
El problema no son tanto los controles como las incertidumbres permanentes que convierten los viajes en una epopeya. Y, encima, el pretexto de todo este despliegue es una variante del virus a la que aún no se le ha encontrado que cause una problemática seria.
En otros países europeos pasa lo mismo: ayer era el certificado Covid, mañana es otra cosa. En Baleares, sin ir más lejos, hace unos días no se iba a poder entrar a un bar o cafetería sin certificado, lo cual finalmente no se introduce y queda únicamente para los restaurantes. En Alemania, los bares exigen el certificado, pero no comprueban que el nombre coincida con el documento de identidad, con lo que es un brindis al sol.
La Casa Blanca, en Estados Unidos, anunció que los viajeros debían presentar una prueba PCR desde el 6 de diciembre de 2021, con sólo veinticuatro horas de antigüedad, inviable para cualquiera que vuele a ese país desde Europa usando dos vuelos, conectando en otro aeropuerto. En Estados Unidos, sin que se sepa bien qué significa, se ha dicho que se solicitará a todos los pasajeros un certificado que acredite que la información es correcta.
Vamos yo me quedo en casa tan ricamente y no viajo , viajar así es una locura te expones a pasar una cuarentena en un Hotel o estar identificandote a cada sitio q además lo q te caiga en Aeropuertos, hay lugares tranquilos y muy seguros en España en Turismo rural, comes muy bien en los pueblos y estás relajado paseando por el campo q está muy bonito, coges tu coche y en dos o tres horas estás allí, yo no me compli aria la vida pero hay gente q si y luego les salen las vacaciones carisimas porque ellos tienen q pagar la estancia si se alarga por cuarentena.
Y hay gente que intenta viajar para poder volver a ver su familia!!
Pues q viajen a mi q me importa, solo daba una opinión q hagan lo q quieran .
Pues yo me acabo de contagiar en mi ciudad, sin coger un avión, todos a mi alrededor vacunados y aún así. No se si me hubiera ido de puente igual no me hubiera contagiado.
Eso es por no cumplir el protocolo de seguridad para no contagiarse.
Es que los virus tienen su propia "vida" y no fluctúan para beneficiar -ni tampoco para perjudicar- al turismo y a la economía; es un incordio pero así funcionan los virus aunque no nos gusten.
En tiempos de crisis económica, hay que hacer cautivo al nacional para que gaste en el país de origen. Aunque el bichito tenga menos peligro que un canario. Vamooos a morir!!! jajajajaj
Es curioso todo esta bien ante las fiestas es curioso y empieza a demostrarse que la variante es leve pero el miedo ya está en la poblacion
Mucho me temo que en breve mucha gente volverá al erte como poco hasta la operativa de semana santa. Tiempo al tiempo..
Que pandilla de inútiles hay en Europa, claro son el reflejo exacto de la mediocridad de la clase politica