Todo es bastante extraño, pero implica una desautorización en toda regla a la Unión Europea. El desafiante es Lufthansa (Europa obliga a Lufthansa a dar vuelos baratos a Condor).
La historia viene por Condor, aerolínea alemana que en un momento fue de Lufthansa, pero se independizó. Tiene base en Frankfurt desde donde vuela a muchos países, incluso a América. Desde siempre, Lufthansa alimentó de viajeros a Condor desde otros aeropuertos alemanes a precios muy bajos. Esas rutas a Frankfurt también alimentan a la propia Lufthansa, por supuesto.
Condor lo pasó tan mal en la pandemia que sobrevivió por las ayudas estatales. Como Lufthansa, por cierto. Pero finalmente se ha vendido y ahora tiene una buena gestión, independiente. Entonces, como parece lógico, Lufthansa le dijo a Cóndor que se acababan los precios políticos, ante lo que Condor está intentando buscar reinventarse.
Pero ahí aparece la Unión Europea que el 15 de enero comunicó a Lufthansa que no debe subir los precios a Condor porque afectaría a la competencia.
Lufthansa acaba de reaccionar: no va a cumplir con esa orden porque no hay base legal alguna para hacerlo. Lo cual ridiculiza nada menos que a la Comisión Europea. Añade que la propia Condor ha reorganizado sus vuelos admitiendo de hecho que no hay base para pedir que su rival le aplique precios políticos.
El organismo alemán de la competencia le dio en su momento la razón a Lufthansa, quien añade que Delta y Singapore vuelan desde Frankfurt, lo que significa que sus vuelos también alimentan a estas aerolíneas.