Míster Marshall Hidalgo recorre América prometiendo inversiones

¿Hacemos un hotel todo incluido en Lima, la capital de Perú? ¿Compramos unos aeropuertos en Brasil? ¿Montamos un hub aéreo en Madrid, como el que Emirates ha montado en Dubai? ¿Ponemos en marcha una asesoría para explicarles a otras aerolíneas cómo han de operar? El viaje de Javier Hidalgo por Latinoamérica ha sido uno de los episodios más divertidos de la historia española de la gestión aérea. El hijo de Juan José Hidalgo se ha estrenado como empresario-político sugiriendo inversiones por doquier, tentado por los políticos locales, deseosos de comprar cualquier ficción que pueda ser presentada.

La visita a Sudamérica del hijo del empresario aeronáutico español ha sido digna de ser recordada. Cada una de sus entrevistas con los políticos locales fue interesante, de no ser que era absolutamente contradictoria con la siguiente y con la anterior. En cada capital visitada por el empresario dejó un montón de titulares impresionantes, hasta divertidos.

Hay que admitir en descargo de Hidalgo que los políticos con los que se entrevistó lo ponían fácil, que casi invitan a que se les cuente cualquier película, que la darán por buena. Pero también hay que admitir que nuestro empresario entró a todos los trapos, prometiendo lo que hiciera falta. Vean.

En Ecuador se entrevistó con Lenin Moreno, que es el presidente de la República. Y allí se anunció que Air Europa haría una “alianza estratégica de inversión”. La compañía cuyo endeudamiento impidió a los chinos la compra, también dijo que asesoría a la aerolínea estatal Tame, que se arrastra en la miseria acosada por las empresas bien gestionadas como Avianca o como Latam. ¿Con quién haría la alianza? Porque una alianza es con otro, no con uno mismo, con quien se le supone aliado. Pero nada quedó claro.

De Ecuador, el ilustre empresario español viajó a Perú, en cuya capital ya no prometió alianzas estratégicas ni asesorías a empresas aeronáuticas, sino inversión hotelera. En 2018, explicó, Be Live, la cadena hotelera del grupo Globalia estará presente en el país operando hoteles en régimen de alquiler o de management. Nadie aclaró que si esta es la fórmula, ¿para qué es necesaria la inversión, si en ninguno de los dos casos hay que poner dinero por adelantado? Curiosamente, también se dijo que Be Live trabaja con todo incluido, y que esperaban hacer algo de este tipo en la ciudad de Lima. Es raro que Be Live descubra un territorio con potencial cuando ninguna de las grandes cadenas, cuyos especialistas recorren América cada día, haya apostado por Perú. No es que sea imposible que Be Live pueda acertar, pero es lógico preguntarse por qué no se habló de esto en Brasil o en Ecuador, por ejemplo, que tambíén podrian encajar en una estrategia de expansión.

Allí, en Lima, Hidalgo también dijo que iba a bajar los precios de los billetes de avión para los viajeros que no quieran comer a bordo, para los que no lleven maletas y, por supuesto, para quienes viajen en clase turista, algo que no anunció en España y que presentó como algo mucho más concreto. Dijo Hidalgo que en unas dos semanas se harán publicas estas nuevas tarifas que permitirán a los peruanos viajar por Europa. Sin embargo, al parecer estas tarifas no afectarán a Ecuador, porque no se hizo ninguna mención a ellas en el primer país, pese a que la entrevista incluyó al propio Presidente de la República y hubiera sido un interesante elemento comercial.

De ahí a Bolivia, donde Evo Morales no lo recibió. Pero habló con el periódico El Deber, a la salida del hotel, donde dijo que la visita a Sudamérica pretendía mejorar la relación humana con la gente. Preguntado por las inversiones, dijo que pueden invertir en todo y se descuelga con que contempla comprar aeropuertos brasileños que se están poniendo en venta. Otro negocio más del grupo Globalia, anunciado en Bolivia. Francamente, esto es otra disgresión extraña en la trayectoria de esta empresa, porque hasta el momento no se conocía inquietud por asuntos así, de los que ni en España ni en ningún otro país americano se ha hablado. El hijo de Juan José Hidalgo no dijo si iba a hacer inversiones en Bolivia, pero sí que contemplaba ampliar en un vuelo semanal más la frecuencia que mantiene entre Madrid y Santa Cruz.

Antes, Javier Hidalgo había estado en Recife y de Perú se marchó a Cancún, en México.

Y, finalmente, también estuvo en Nicaragua, donde lo recibió la vicepresidenta y el presidente. Daniel Ortega, desde luego, desbordó en informalidad al español, porque se presentó o en chandal o con un chubasquero, absolutamente insólito en un evento así. En este caso, sin embargo, no ha trascendido el contenido de las promesas del empresario español.

Hidalgo se ha estrenado en su papel de empresario-político de forma espectacular, pero es bastante dudoso que estas declaraciones no hayan muerto el mismo día en el que fueron pronunciadas. Porque no parece posible que un grupo con las finanzas de Globalia pueda afrontar tantos planes expansivos y, sobre todo, en tantos frentes diferentes.