Pilotos y TCPs se jugaron la vida por millones de mascarillas sin homologar

Pilotos y tripulantes de cabina de compañías aéreas españolas se jugaron la vida en balde durante las seis primeras semanas de confinamiento al volar a destinos sin control sanitario y la mayoría de ellos transportando millones de material sanitario que aun está por homologar.

Algunos de estos profesionales se llegaron a contagiar y pusieron en un brete -es decir, en un gran aprieto- a una serie de compañeros que tuvieron que permanecer en cuarentena, aunque afortunadamente no hubo ningún caso preocupante más allá del susto.

Durante los tremendos días de confinamiento hubo vuelos de largo recorrido de las dos grandes aerolíneas y de otras más. Y lo hicieron para transportar material sanitario y pasajeros repatriados de distintas nacionalidades.

Al inicio de la pandemia, los pilotos y los tcps no fueron sometidos a un control riguroso en Barajas, sin análisis y prueba de ningún tipo, lo cual generó una gran alarma en ambos colectivos y en sus familiares. Pero si no volaban dejaban de ingresar importantes cantidades de dinero. 

Transportaron a cruceristas varados como a empleados de grandes navieras desde el Caribe anglosajón hasta Filipinas, India, París y otro lugares del mundo. Y realizaron muchos vuelos con material sanitario para nuestro país, al que la pandemia cogió desprevenido.

Una gran labor de magníficos profesionales que se jugaron la vida en muchos casos para traer decenas de millones de mascarillas y guantes que aún permanecen en hangares, pabellones y almacenes porque es un material aún no homologado, de acuerdo con informaciones en exclusiva del diario ABC.