Nadie sabe hasta dónde es verdad la afirmación de Donald Trump de que la guerra de Ucrania la acabará él el primer día de su mandato. Pero muchos creen que Estados Unidos puede conseguir este objetivo para el cual las aerolíneas están ya preparadas (Ucrania reanudará los vuelos comerciales en 2025).
Los círculos financieros que estudian el valor de las acciones consideran que Ryanair es la mejor posicionada para entrar inmediatamente en Ucrania con hasta diez aviones y hacerse con un hueco de mercado. Wizz Air también, pero la húngara tiene el problema de que aún parte de su flota está sometida a las revisiones de los motores Pratt & Whitney.
Los analistas consideran que el negocio inmediatamente después de la paz será lucrativo porque por un lado habrá un estallido del turismo y, por otro, porque muchos ucranianos volverán a su país. Además, debería haber un alud de entradas de gente para la reconstrucción del país.
En julio del año pasado, Michael O’Leary visitó Kiev para decir que Ryanair estaba dispuesta a reabrir sus bases en el país (tenía una en Kiev y otra en Leópolis o Lviv) y volver a volar en cuestión de semanas, pero que para ello era necesario una garantía de paz.