Parece que finalmente el ‘infierno’ de Wizz Air con los motores de sus aviones se ha reducido y este verano de 2025 va a estar en condiciones de relanzar sus rutas que desde 2020 había tenido semicongeladas, primero por la pandemia y más recientemente por las revisiones de motores (O’Leary (Ryanair): “La oferta de vuelos sin límites de Wizz Air es un engaño”).
Este verano, pues, la compañía húngara apuesta por plantar cara a Ryanair, que había ido atacando sus mercados principales. De modo que Wizz Air responde: se reforzará en sus mercados orientales, donde está asentada y a la conexión de ellos con España. Y ofrece algunas rutas muy inesperadas, algunas de las cuales aprovechando la debilidad de Tarom, la aerolínea estatal rumana, que se debate entre la (pobre) vida y la muerte (Bruselas autoriza el rescate de la aerolínea rumana Tarom).
Las principales novedades son las siguientes:
De Chisinau, la capital de la extrañísima Moldavia, a Barcelona, desde el 27 de junio, con tres vuelos semanales.
Desde Craiova, en Rumanía, a Madrid, también con tres vuelos semanales, y desde el primero de junio.
El sur de Polonia es un bastión clave para Wizz Air, que compite con Ryanair que opera sobre todos desde Cracovia y Breslavia. Pero Wizz Air está asentada en Katowice, muy cerca de Cracovia. Y desde allí abre rutas a Madrid, con tres vuelos semanales; y amplía de dos a cuatro los que tenía a Alicante. De Roma volará a Gran Canaria, una ruta que tiene mucho potencial y que operará desde el primero de febrero inicialmente con dos vuelos semanales. Y finalmente, entra en las rutas de Madrid y Barcelona a Venecia, con vuelos diarios desde nuestra capital y cuatro días por semana desde Barcelona.