Wizz Air está creciendo como nunca lo había hecho otra aerolínea, pero eso también tiene el precio de que los retrasos y las cancelaciones son espectaculares. Por eso, ha anunciado la cancelación del 5 por ciento de su plan de operaciones de este verano, “para reducir el impacto de las disrupciones externas actuales”. Observen: “externas”, como si la compañía estuviera funcionando como un reloj (Wizz Air, a por el caos récord).
La mayor parte de los gobiernos –en este sentido, el de España no ha abierto la boca– están exigiendo a las aerolíneas que, al menos, cancelen los vuelos con más riesgos operativos antes de la fecha, para permitir a los viajeros organizarse.
La lista de compañías que están cancelando vuelos es interminable, excepto en España, donde en general se está cumpliendo el plan, y en el caso de Ryanair y Jet2 que, aparentemente, se están librando de los problemas (Súbito cierre de la base de Wizz Air en Sheffield).
Por otro lado, Wizz Air publicó ayer sus pérdidas para el primer trimestre de este año. Los 285 millones de euros son resultado de pérdidas por el cambio de moneda, las dificultades para volar puntualmente, que tienen un coste importante para la compañía, y la baja utilización de la flota en ese periodo.
Wizz Air, cuyo valor cayó en la bolsa, confía registrar beneficios operativos en el segundo trimestre, lo que significa que el negocio principal vuelve a funcionar.
Son las peores aerolíneas, ya que cancelaron nuestro vuelo hace casi dos semanas sin justificación y nos hicieron perder otro vuelo de tránsito y hasta el momento no nos han indemnizado ni devuelto las cantidades que nos deben, y su personal es malo y poco cooperativo (somos una familia de 6 personas)
Una empresa sin vergüenza y muy mala atención