Air France-KLM presume de sus avances en materia de sostenibilidad. A través de un comunicado, el grupo franco-holandés ha realizado un balance muy positivo del año 2023, y lanza unas previsiones muy ambiciosas para el futuro, con el objetivo de reducir en un 30% de las emisiones de CO2 por pasajero/km para 2030 en comparación con 2019.
Ya en 2022 informa de que “fue el mayor usuario mundial de SAF, con un 17% de la producción mundial de combustible sostenible, mientras que solo consumió el 3% de la producción mundial de queroseno convencional”. Asimismo, en octubre de 2022, anunció que había asegurado un tercio de sus necesidades para 2030 gracias a los contratos de suministro con Neste y DG Fuels.
En cuanto al ejercicio actual, ya ha incorporado alrededor de 80.000 toneladas de SAF, casi el doble de la cantidad utilizada el año pasado. Esto supone una tasa de incorporación del 1% (frente al 0,6% de 2022).
Asimismo, ha firmado memorandos de entendimiento con caso una decena de productores de SAF de todo el mundo. Con ello pretende construir una red global de producción de SAF, capaz de satisfacer sus propias necesidades y las de la industria a largo plazo.
De hecho, en noviembre de este mismo año, Air France-KLM alcanzó otro hito importante en su cooperación con DG Fuels, con una inversión de 4,7 millones de dólares por parte de la francesa en el productor de SAF. En paralelo a esta inversión, el grupo ha adquirido una opción de compra de 75.000 toneladas de SAF al año a DG Fuels, durante un periodo de varios años a partir de 2029.
A través de este plan de futuro, en 2024 estima la producción de este combustible verde alcance los 1,5 Mt. Insiste en que su intención es “liderar el camino en la incorporación de SAF y apoyar el desarrollo de las capacidades de producción en todo el mundo”.
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