Iberia es la segunda aerolínea del mundo que más ha reducido la contaminación en los vuelos de largo radio. Según el informe elaborado por IBA, desde 2019, la compañía ha mitigado sus emisiones de CO2 un 17% por asiento-kilómetro en uno de los segmentos para los que a día de hoy no existe una alternativa más eficiente al transporte aéreo.
El estudio atribuye esta disminución a la renovación de flota que ha llevado a cabo la aerolínea española, que arrancó en 2013, con la incorporación de los Airbus A330/300. En 2018, comenzaron a llegar los A350 y en 2020, en medio de la pandemia, Iberia decidió adelantar la retirada de los A340/600, los últimos aviones cuatrimotores con los que operaba sus rutas de larga distancia.
Esta tendencia se mantiene en la actualidad. En lo que va de año, ha recibido ya tres A350 y cinco A320neo. La incorporación de estos dos modelos y la retirada del A340 de su flota, en verano de 2020, ha reducido notablemente el consumo de combustible.
A este proceso de renovación se une el incremento de la eficiencia en las operaciones y el uso de fuel de aviación de origen sostenible. Esta iniciativa se enmarca en su estrategia verde, que se sustenta sobre cuatro pilares: la transición ecológica; la creación de una experiencia de viaje más sostenible para los clientes; formación, sensibilización y participación en materia de sostenibilidad; y compromiso con la sociedad.
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