Una vez pasada la crisis sanitaria, lo que parece fruto de unos meses, y de la crisis económica, que tardará más, la gran amenaza que afronta el turismo es que unos ciudadanos y unos políticos más concienciados que nunca con el respeto medioambiental vuelvan a poner en la diana al turismo por la contaminación especialmente de los aviones (Paso clave de Airbus para el primer avión eléctrico de pasajeros en 2030).
El turismo depende de la conectividad, y la revolución energética con una transición hacia las renovables como la eólica, solar-fotovoltaica o hidráulica tiene un escollo en la aviación, cuyos aparatos son de difícil electrificación y necesitan de momento de combustibles fósiles que emiten importantes cantidades de carbono (Oxford descubre cómo será la aviación no contaminante).
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron el pasado viernes fijar en un 55% su posición negociadora para la reducción de emisiones de efecto invernadero para el año 2030 respecto a los niveles de 1990, además de impulsar el fondo de recuperación, que incluyen herramientas y partidas que tendrán que utilizarse para alcanzar ese objetivo, como los 17.500 millones de euros previstos para el Fondo de Transición Justa (Innovación de Easyjet: empleará hidrógeno en un avión híbrido).
La industria aeronáutica carece de capacidad para en diez años poder llenar el mundo de aviones limpios, pero mientras lo consigue los expertos ambientales apuntan a que las dos soluciones son los biocombustibles, con más opciones que en coche sy sobre todo en barcos, y el llamado 'hidrógeno verde' mediante la electrólisis, que consiste en romper una molécula de agua en oxígeno e hidrógeno mediante corriente eléctrica que, si procede de una fuente renovable, hace que se considere que ese hidrógeno es renovable o 'verde' (Alex Cruz pone fecha a los aviones eléctricos: llegarán en 2050).
En Suecia, el movimiento ecologista ‘flygskam’, que significa vergüenza de volar, emergió el año pasado como una práctica a la que se sumaban de cada vez más europeos, y de hecho, en el país que más voz le ha dado a esta medida, el número de vuelos ya cayó un 8% en 2019 (Flygskam: la nueva práctica ecologista que ya hace mella en las aerolíneas).
En Francia, el gobierno aprobó un rescate para Air France-KLM con la condición de que redujera sus vuelos de corto radio en favor del tren por ser menos contaminante, lo que prueba que la gran batalla estructural que va a afrontar el turismo es la de convencer de que se están poniendo todos los medios para reducir las emisiones, principalmente donde más se producen, en los aviones, que es el elemento central del sector (Acuerdo histórico para reducir las emisiones en la aviación comercial).
Iberia, Vueling y Airbus ya planean volar con hidrógeno en nuevos aviones en un proyecto de más de 12.400 millones de euros para acceder a los 140.000 millones en ayudas que la Unión Europea va a inyectar en España destinados a iniciativas medioambientales y de digitalización (Iberia y Airbus planean volar con hidrógeno en nuevos aviones).
Puede visitar en el siguiente enlace la compilación de noticias de la sección de Sostenibilidad Turística con las principales iniciativas del sector para el respeto medioambiental:
En efecto, no hay solución a medio y largo plazo,...es por eso que los globalistas están zumbando la aviación de masas, habrá aviación pero solo para lo necesario. Agenda 2030 manda.