Los aviones no tripulados desarrollados por la Universidad de Manchester y BAE Systems se han convertido en las primeras aeronaves en la historia en volar sin la ayuda de flaps. El modelo Magma se desplaza a velocidades supersónicas a través de las ranuras en las alas. La tecnología es más ligera, más fiable y más económica, además de hacer que el avión sea casi invisible en el radar gracias a un reducido número de huecos y bordes.
Construido por investigadores de la Universidad de Manchester con piezas de titanio impresas en 3D por BAE, la aeronave realizó una serie de vuelos desde el aeródromo de Llanbedr en el norte de Gales, un sitio especializado para pruebas de drones a cargo de Snowdonia Aerospace LLP.
El modelo Magma también maniobra con el uso de vectores de empuje, en los cuales los gases de escape en el propio motor se desvían en diferentes direcciones para ayudar al control.
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