Alerta máxima en el aeropuerto de Hamburgo. Un hombre armado ha entrado esta madrugada en el aeropuerto con su hijo de cuatro años como rehén.
Según informan los medios alemanes, ha accedido a las pistas rompiendo las barreras con su vehículo. Una vez dentro, ha efectuado varios disparos al aire y ha lanzado al menos un cóctel molotov.
Los pasajeros que se encontraban en el avión más cercano han sido evacuados. El incidente ha obligado al aeropuerto a cancelar todas las salidas y llegadas que estaban programadas.
No fue de madrugada.
El último vuelo que aterrizó fue un LH programado a las 2005, y el primer desvio fue un EW programado para las 2030.
Desde entonces no hay operaciones aéreas tras 17 horas desde suceso. Tiempo de cierre comparable a los sucesos del 11-S, cuando las diferencias de amenaza son distintas.
No se entiende cómo hay barreras franqueables ante un coche, ni cómo no hay respuestas del equipo de seguridad (o quien dirija la operación) que perímetren al sospechoso y dejen al aeropuerto funcionar, aunque sea a medio gas.
El aeropuerto es enorme y no se entiende que esté todo él amenazado. Sienpre se dice que no hay que cambiar la vida ante amenazas como éstas, por el ejemplo de fortalezs que se lanza a los delincuentes/terroristas. Pues ya ven el ejemplo.