Conato de rebelión a bordo de un Airbus A321 de JetBlue. Tras dos aterrizajes frustrados por el mal tiempo en el aeropuerto internacional de Nueva York (JFK), la aeronave puso rumbo a Newark, donde tomó tierra a la espera de que mejorasen las condiciones climatológicas.
Fue entonces cuando varios pasajeros suplicaron a voces a la tripulación que les dejasen desembarcar porque tenían miedo a volver al aire. “Mis hijos están entrando en pánico. Tenemos que bajar de este avión. Es peligroso. No quiero ir a la cárcel, pero eso no está bien”, exclamó uno de los viajeros.
Su petición fue obviada por los miembros de la aerolínea. Después de una hora de espera en Newark, la aeronave reanudó el vuelo destino JFK y consiguió aterrizar con éxito. Como compensación, JetBlue ha dado a los pasajeros bonos de 50 dólares para canjear en futuras reservas.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo