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14/09/09.- Hay momentos mágicos en los que el mundo se tiñe de colores, aunque a veces sólo algunos privilegiados tienen la oportunidad de presenciar este espectáculo de la naturaleza desde un sitio tan excepcional como es la cabina de un avión. Este vÃdeo nos hace partÃcipes de un aterrizaje en el aeropuerto de Ginebra durante un magnÃfico atardecer en el que el cielo y la tierra quedan completamente teñidos de colores malvas.
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