Ni espuma de afeitar ni cortauñas son nada comparado con ciertos hallazgos en los controles de seguridad de cualquier aeropuerto. Peces exóticos vivos metidos en bolsas pegadas al cuerpo, cachorros de tigre, bolas de cañón antiguas o cocaína en forma de escayola para un supuesto pie fracturado... La imaginación del delincuente para sortear los controles es infinita.
https://youtu.be/ybqDzhaKH4A
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