Curiosa situación la ocurrida en los últimos días en el aeropuerto de Madeira. La lentitud en el despegue de un Boeing 737 de Transavia, que dio hasta dos vueltas a la pista, obligó a dos aeronaves a abortar el aterrizaje en un periodo de apenas un minuto.
El primero fue un Boeing 757 de la compañía Jet2, que cuando estaba realizando la aproximación, aún a gran altura, tuvo que hacer tiempo para poder tomar tierra. El segundo fue un A320 de Easyjet, que realizó el mismo procedimiento.
Finalmente, el avión de Transavia acabó despegando con total normalidad y se restauró el orden de llegadas a la pista.
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